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Oceanix City

Mayo 2019

Ciudades flotantes y autosuficientes ubicadas en islas artificiales es una de las nuevas propuestas que busca solucionar la falta de vivienda provocada por el aumento del nivel del mar.

El proyecto ideado por el arquitecto Bjarke Ingels y la compañía Oceanix plantea la construcción de ciudades flotantes en islas artificiales. Estas nuevas ciudades se estima tendrán capacidad para albergar a casi más de 10 mil habitantes; serán autosuficientes y cien por ciento sustentables. Esta propuesta que parece ficción, podría ser perfectamente viable y necesaria dentro de algunos años, ya que se estima que para el 2035 un tercio de las islas ubicadas en el Pacífico Sur, principalmente en la Polinesia Francesa, terminaran bajo el agua debido al aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático. Alrededor del 40% de la población mundial se encuentra viviendo en una región costera, si el problema continúa casi 2,400 millones de personas se verían seriamente afectadas.

Con el objetivo de proponer una solución viable a la posible crisis de vivienda que el aumento del nivel del mar pueda provocar en las ciudades costeras dentro los próximos años, Marc Collins Chen, anterior ministro de turismo en la Polinesia Francesa, fundo a finales de 2018 la compañía Oceanix. Esta compañía tiene como meta lograr desarrollar tecnología e infraestructura urbana que combata de manera efectiva los problemas generados por el aumento de los mares, así como de las tormentas extremas e inundaciones.

La ciudad flotante prevista por Chen y su compañía, está conformada por varias islas hexagonales con el tamaño aproximado de tres y medio campos de fútbol. Estas mini islas tendrán capacidad para 300 personas, y serían similares a vecindarios. Estos vecindarios son la unidad mínima que conformaría este nuevo sistema urbano, con espacios de uso mixto en los cuales se podrá vivir y trabajar. Un puerto protegido más grande estaría justo en el centro, volviéndolo el corazón de la ciudad, conformado por seis espacios específicos para distintas actividades como una plaza pública, mercados y lugares enfocados a la salud, el deporte o a la cultura. Esto con el fin de generar una identidad propia y un fuerte sentido de comunidad en estas nuevas ciudades.

Para conformar lo que equivaldría a un pueblo pequeño se combinarían seis de estas mini islas, uniéndolas una a una en módulos más grandes hasta formar una ciudad completa. Los habitantes podrán moverse libremente caminando o navegando, los centros recreativos y comerciales se colocaran en el anillo interior lo cual animara a los visitantes a desplazarse por su ciudad. Todas las estructuras construidas en estas islas flotantes tendrán una altura fija de 7 pisos, esto con el fin de que puedan resistir los fuertes vientos marinos. Todas las zonas están diseñadas para ofrecer sombra y espacios internos frescos a muy bajos costos de enfriamiento. Los techos tendrán áreas grandes con el fin de maximizar la captura de energía solar.

Cada isla se anclará al fondo del océano por medio de un material llamado Biorock, el cual es utilizado en la actualidad para ayudar a la proliferación de los corales y arrecifes. Es un material ecológico, el cual produce bajos voltajes de electricidad para estimular el crecimiento de piedra caliza y minerales en el océano. Con esto se busca reducir al mínimo los impactos que puedan tener estas islas artificiales en los ecosistemas marinos, además de fomentar una sana relación entre la vida marina y la vida cotidiana de las personas.

Además estas ciudades contarán con una política de residuos cero, lo que significa que todo dentro de estas islas será reutilizado. El plan incluye también lograr una comunidad autosuficiente, con espacios adecuados para el cultivo de sus propios alimentos, y para recolección propia de energía y agua. Para la recolección de agua se piensa aprovechar el agua de lluvia, del océano e incluso del aire. Para lograr almacenar el agua potable se equipará a cada mini isla con contenedores de almacenamiento capaces de expandirse y contraerse en función de la cantidad de agua que retengan.

En cuanto a la energía, toda la isla funcionará con energía solar, de ahí que se busca construir las primeras ciudades en ubicaciones cerca del trópico como Ecuador, donde es más factible tener abundante energía solar durante todo el año. Aún así las islas tendrá un control estricto sobre el uso de energía, sus habitantes tendrá una cuota especifica de energía, lo que significa que no se podrá exceder en el consumo, esto con el fin de economizar y evitar el desperdicio innecesario.

En teoría la isla consumiría lo que ella misma generaría; algo realmente ambicioso ya que son pocas las ciudades en el mundo que realmente han logrado implementar este tipo de acciones. En Oceanix City se buscará fomentar la práctica de una economía compartida, donde todos los bienes son de todos, en lugar de comprar nuevos productos se buscará reutilizar todo incluso aparatos electrónicos. Incluso las propias casas de Oceanix City se pueden desmantelar y volver a construir según las necesidades. Este es sin duda el reto más ambicioso ya que involucra cambiar toda una mentalidad sobre lo que es la vida urbana. Para los creadores de estas islas lo primordial es el compartir y generar toda una nueva sociedad que esté comprometida con esta nueva forma de vida donde todo se reutiliza y se comparte.

Por si una ciudad flotante con lo mejor en infraestructura y arquitectura no fuese suficiente, los diseñadores planean implementar las nuevas innovaciones en transportes eléctricos, principalmente en botes. Los canales que genera la ciudad son tan pequeños que es muy fácil para estos botes eléctricos recorrerlos. La ciudad esta optimizada para que pueda ser recorrida fácilmente a pie o en bicicleta. Además al ser comunidades pequeñas y bien conectadas los transportes grandes y con alto consumo de energía no serían necesarios. Oceanix City está diseñada para crecer y adaptarse conforme pase el tiempo. Contara con áreas específicas dispuestas alrededor de la ciudad en donde se llevarían a cabo actividades como la recolección de energía y los cultivos.

Con expertos en arquitectura, ingeniería hidráulica y conocedores del diseño sustentable y políticas de cero desperdicios, Chen busca dar credibilidad al proyecto y demostrar que estos prototipos de ciudades son una solución viable para el futuro. Y que contrarío a otras propuestas de ciudades flotantes antes mostradas, Oceanix City está pensada para ser accesible para todos, además aporta un nuevo estilo de vida urbana.

La propuesta de Oceanix City se presentó dentro del marco de actividades de ONU-Hábitat, organismo de las Naciones Unidas que promueve el desarrollo de asentamientos humanos sustentables y con mejor planeación urbana. La ONU ha mostrado su interés por respaldar este tipo de ideas que aportan soluciones a la vivienda, sin embargo aun muestra sus reservas. Todos estos proyectos deben de ser estudiados a fondo para asegurarse de que son viables y aportan beneficios reales.

Oceanix City, aun sigue siendo una idea que demuestra que es posible desarrollar ciudades flotantes autosuficientes y resistentes aun hay muchos problemas tanto de logística como de fabricación que aun se buscan solucionar, como por ejemplo si estas ciudades tendrán un representante de gobierno o no, o que tipo de financiamiento obtendrán para su construcción, y si realmente las personas pueden adaptarse al modelo de vida que proponen los creadores de Oceanix. Aun así se espera que poco a poco los planes de llevar las primeras islas a fase de prototipos sea cada vez una realidad más cercana, y que este proyecto sirva como un modelo a seguir para otros, donde es posible desarrollar tecnologías que apoyen la sustentabilidad y al desarrollo de entornos urbanos nuevos que desafían por completo la forma de vida actual que llevan las personas en la ciudades.

Oceanix.org